martes, 1 de octubre de 2013

MT4.Clases Particulares con Nikolaia

Una de las puertas laterales se abre para dejar paso al doctor, un hombre alto y delgado, de pelo morelo recogido en una coleta y con una pequeña insignia en su frente. Vestía un traje de una sola pieza enteramente verde, era el uniforme propio de los investigadores científicos. Tras él entraron cuatro Omegas, todos con claros signos de malnutrición, cada uno de ellos cargaba un bloque de alrededor de mil folios que dejaron delante de los miembros del equipo.

Lo único que podían a leer los cuatro desgraciados (Eldeir,Hank,Jeeves y Aubrey) era la primera cara, el título “Contrato para la prestación de material, […] si acepta las condiciones y términos anexados en las páginas siguientes introduzca su nombre, código de ciudadano y firma”.

Las posibles opciones eran claras, podían intentar leer alguna página para intentar averiguar algo de a todo lo que se obligaban, o podían simplemente firmar y esperar que todo saliera bien.

Eldeir anotó su código de ciudadano y firmó -Lo que sea por el Administrador ¿no?

El doctor se acercó con una sonrisa complaciente.-Así es amigo, él es nuestro protector, nuestra guía, no hay mayor felicidad que el poder cumplir sus deseos, porque con ellos traemos el bien a toda nuestra comunidad.-Giró su rostro hacia Jeeves, quien tras mirar las cuatro primeras páginas soltó un bufido- ¿Ocurre algo ciudadano?

-Me parece absurdo tener que firmar tanto papeleo para obedecer a nuestro gran Líder.-replica.

-¿Absurdo?¿Te crees capaz de analizar qué es necesario y que no?¿un mero ciudadano como tu?¿acaso conoces todos los entramados burocráticos que la prestación de materiales conlleva? es una ofensa lo que acabas de decir, hacia mi y hacia el Administrador. Todo nuestro trabajo para que un estúpido como tú quiera saltarse el protocolo.

Jeeves se alejó trasteando su comunicador…-chupatintas…-susurra.

-Disculpe ciudadano ¿que ha osado decir?-oh, los doctores y su magnífico oído, ¡siempre atentos a cualquier señal de traición!

-Cualquier queja pongamela por escrito, por el procedimiento burocrático pertinente-y dibujó una sonrisa. La sonrisa tardó poco en apagarse, algo así como una pequeña vela aplastada por un océano.

-Disculpe ciudadano, pero dado su falta de disciplina me veo obligado a tomar medidas- Nikolaia saca una pistola y apunta a Jeeves, acerca su mano izquierda a la boca, para hablar por el comunicador- Código 32B, repito Código 32B.

Dos guardias irrumpen en la sala. Visten protecciones de alta calidad en el pecho, y por su uniforme así como cascos, botas y pasamontañas se deja entrever que son miembros de algún cuerpo de élite policial. No se distingue ninguna insignia ni marca que pueda identificarlos. Apuntan con subfusiles a Jeeves y llevan unas porras metálicas en el cinturón, y se notaba que eran metálicas porque no había ningún plástico que cubriera el brillo del metal, no, no tenían ningún reparo en admitir que eso hacía daño.

-Agentes, se necesita mejorar el grado de cooperación de éste ciudadano, si son tan amables sería estupendo que pudieran hacerle entender las magníficas ventajas de la colaboración, entendimiento, respeto y disciplina. En fin, ya saben como proceder.

Los guardias sacaron las porras y en fin, comenzaron el programa de adoctrinamiento. Un par de golpetazos en espalda y pecho, otro en la cabeza, se adereza con un par de golpes en esa rodilla rebelde y terminamos con un empujón al suelo para poder estampar la cara contra el suelo, como si deseáramos dejar marcado el rostro, todo aliñado con unas patadas con mucha gracia y salero como no.

-Esta bien agentes, pueden marcharse.

Jeeves tenía la cara sangrando, las gafas rotas yacían en el suelo, tenía unos ojos negros diminutos, posiblemente debido a que siempre utilizaba visores para su trabajo. Una de las cejas estaba partida y parte del uniforme humedecido por la sangre que corría debajo de él. Y orina, es innegable el el chico se había puesto nervioso, no hay nada de lo que avergonzarse.

-En fin-dice el doctor al resto del equipo- espero que no os cause más problemas. De ser así o notar algún acto de traición en algun otro de vuestros compañeros háganlo saber a la Oficina Central mediante sus comunicadores.

Oh, no hay nada como un poco de ejercicio para empezar bien el día ¿eh? Bien, a Jeeves le haría falta una pequeña temporada para poder recuperarse de la lección de hoy. Pero bueno, nada más terminó su pequeña clase particular firmó los documentos con una velocidad extrema, así que para algo había servido, era un buen alumno.

Tras las firmas, recibieron el equipo extra. Bueno…realmente la palabra recibir quizás es demasiado técnica, lo que realmente ocurrió fue que una pila de artilugios enorme apareció en escena y todos se lanzaron a por ella para poder coger instrumentos para permitirles sobrevivir a la misión.

Eldeir fue el más rápido, como no… por algo era el jefe de la misión, el Administrador siempre escogía bien, agarró un exoesqueleto de metal flexible, totalmente lacado en negro, que parecía dotar al portador de mayor agilidad, agarró también un “lanzador de discos de impacto”, un pequeño artefacto que se colocaba en la muñeca y permitía lanzar un proyectil sólido que al impactar desplegaba una red.

A duras penas y cojeando Jeeves le siguió, llevándose dos discos de impacto, un par de inhibidores de frecuencia del tamaño de un puño cerrado y unos garfios de escalada. Hank cogió los últimos garfios, solo había para dos de los cuatro del equipo, y un par de inhibidores más.

El último en moverse fue Aubrey, que solo pudo coger lo que quedaba restante, tres inhibidores y una caja de metal sellada, al abrirla se encuentra con un amplificador de voz, vamos…lo que en la antigua era se conocía, bueno, y todavía se sigue conociendo como un altavoz. La cara de Aubrey mezclaba pánico con decepción con un ligero toque de “¿por qué a mi”?.

Todos reciben un uniforme de Omega, completamente idéntico al que llevan dichos subciudadanos. Era indudable que en una misión así era una gran ayuda sin duda, el problema residía en toda la gente que pensaría que eran omegas, por lo tanto, una vez puestos los uniformes sus vidas pasarían a tener un valor nulo para el resto de ciudadanos.

Ah, se me olvidaba, el bueno de Jeeves también cogió un Lanzallamas. Quizás quería dejar ésto para el final y no se me había olvidado. Lanzallamas eh, promete diversión.

La voz mecánica vuelve a sonar - ATENCIÓN CIUDADANOS, ACUDAN A LA SALA DE REUNIONES 457C. MUERTE AL TRAIDOR

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